🤫 (Sobre todo, entrenamiento de fuerza)
Solo existen dos formas para que alguien haga algo;
obligarlo o conseguir que quiera hacerlo.
Coacción o motu propio.
Bueno, ahora que tengo tu atención, pero no un revólver, mi opción es la segunda.
Así que en este artículo, y en menos de dos minutos, voy a intentar que quieras hacer deporte.
No que lo hagas, si no que quieras hacerlo, y que ese deseo sea tan fuerte como para derrotar a la rutina, a la pereza y a las infinitas alternativas a entrenar tu cuerpo que te vendrán a la cabeza.
La consecuencia a largo plazo de este texto, y de que quieras hacer deporte, es que estarás más cerca de la aponía (en griego antiguo: ἀπονία significa ausencia de dolor) y, por tanto, de la felicidad.
Por eso te voy a contar tres ideas que, si entran en tu cabeza, si se agarran profundo en tu intelecto, será imposible que tú deseo de hacer deporte no sea más fuerte que tu deseo de no hacerlo.
¿Difícil?
No si te metes estos beliefs (creencias pero me gusta más en inglés) bien adentro.
🏆 El premio no está aquí y no está ahora
Me encanta esta frase de Warren Buffett:
Los mercados están diseñados para transferir dinero de las personas nerviosas a las personas pacientes.
Alucinante.
Fascinante.
Maravilloso.
Me lo imagino diciéndolo en plena caída de Wall Street viendo al resto vendiendo en pánico, con la tranquilidad de saber que todo está diseñado para que el dinero se transfiera a él, que es paciente.
Siguiendo esta analogía, la vida está diseñada para que los que obtengan los grandes beneficios sean las personas que saben esperar.
La buenísima noticia es que no necesitas esperar dos décadas, porque el premio a una buena rutina deportiva se cobra en unos pocos meses (a veces años si has sido muy gañan durante mucho tiempo).
Apunta al menos a seis meses vista, regálate ese margen, no quieras resultados para hoy, no seas el inversor nervioso, sé Warren Buffett.
😊 Entrenar es profundamente importante para mi felicidad.
(Más importante que todo o casi todo)
Tienes que tener claro, al nivel más profundo de tu consciencia, que los niveles altos de felicidad están reservados para los que ejercitan su cuerpo.
O dicho al revés, descuidar tu cuerpo es garantía de infelicidad a largo plazo.
Esto de va de peajes.
Siempre hay un peaje, puedes pagar el de mover tu cuerpo o puedes pagar el de no moverlo. Uno se paga ahora, y se convierte en felicidad, el otro se paga a largo plazo y se convierte en infelicidad (y en pastillas).
No puedes esquivar el peaje, es IMPOSIBLE.
Lo repito para los del fondo: IM-PO-SI-BLE.
Si no pagas hoy el coste de hacer pesas pagarás mañana el de la sarcopenia. Si no pagas hoy en esfuerzo pagarás mañana en enfermedad.
Y mañana llega pronto.
Rato decía “es el mercado, amigo”, pues esto es la vida, amigo.
Que con treinta, cuarenta o cincuenta esto no se ve, pero ya lo verás.
Solo cuando esta idea se agarra a lo más profundo de tu mente puedes aspirar a vencer esa fuerza que te hace no moverte.
💭 Pensar poco para entrenar mucho
Cómo ya he dicho muchas veces refiriéndome a Hábitos Atómicos, los buenos hábitos hay que hacerlos fáciles.
Tienes que saber por adelantado lo que tienes que hacer. Si tienes que pensar antes es más fácil que flojees.
Te lo cuento con mi ejemplo.
Por circunstancias (curro, niño…) no puedo garantizar que todos los lunes, miércoles y viernes podré entrenar como antes (y eso que tengo el gimnasio en casa).
Tampoco puedo asegurar que los jueves, o los lunes, ni siquiera que pueda salir a hacer los 12000 pasos de media que hacia hasta el 2023 (te quiero Thiago), porque las circunstancias son las que son.
Lo que hago es tener definida una semana ideal, y una buena rutina de entrenamiento (flexible) y hacer lo que puedo en función de las circunstancias.
La semana ideal incluye:
- Tres (a veces dos) días de entrenamiento de fuerza: programado minuciosamente en base a mis objetivos.
- Moverme todos los días (tratar de llegar a los 10000 pasos, aunque sea con la ayuda de mi cinta-escritorio)
- Un día de entreno corto muy intenso (cada 10 días) metabólico, combinado con burpees, dominadas, flexiones o simplemente unos sprints a todo gas.
Así, en función del día, puedo elegir qué hacer, pero no tengo que pensar, y si una semana entreno dos día en vez de tres, pues no pasa nada.
Este es el plan actual, pero ya he pasado (y volveré) por otro tipo de programaciones más “PRO”.
La clave está en tener la decisión tomada por adelantado. Por eso la gente se apunta a clases o al gimnasio y pagan a un coach para rendir cuentas (decisión inteligente) cuando podrían entrenar en cualquier sitio.
Cuando tengas estas ideas en la cabeza, cuando de verdad seas consciente de la importancia de moverte, y de entrenar fuerza, solo tienes que confiar en tu servomecanismo e intentar ponérselo fácil.
Él hará buenos tus objetivos. Lo que nos lleva al último punto.
🧠 Entrenamiento mental
También sabes que tu servomecanismo no puede hacer nada si tu autoimagen no es coherente con tus objetivos.
Para poder empujarte necesita que te lo creas de verdad.
Da igual cuánto peses que tú no eres gordo. Puedes estarlo ahora, pero no lo eres.
Debes saber también que eres una persona tan capaz como cualquier otra de obtener los beneficios de mover su cuerpo, que son muchos.
Visualízate en forma, imagínate disfrutando los beneficios, y empieza por la forma de vestir, viste como un deportista ( me miran raro cuando me ven llevar a Thiago a la guardería siempre en chandal),
siéntete el tipo de persona que hace deporte a diario y que viste así por ello, porque eso garantiza los resultados.
Soy deportista, me cuido, ¿vale? y me da igual lo que penséis de mi.
👇🏼 Resumen 👇🏼
√ Solo harás deporte con constancia cuando de verdad quieras hacerlo, no porque te lo diga el médico, Sergio Vadillo, ni nadie.
√ Querrás hacerlo cuando seas consciente de su absoluta trascendencia en tu vida y de que o pagas el coste ahora o lo pagas luego. O pagas en sudor o en pastillas.
√ Lograrás ser constante cuando entiendas, de verdad, que el premio está al menos en un año (que pasa muy rápido!)
√ A los deportistas de años no les cuesta hacer deporte, porque son el tipo de persona que hace deporte.
No hacerlo iría contra su identidad. Créetelo. No te miento, mira esto.
Y ya estaría.
Un saludo,
Sergio.
JESUS dice
De los mejores artículos que has publicado amigo, impresionante 👏👏!!!
A colación del artículo, una frase de Jim Rohn que dice: «el dolor de la disciplina pesa kilos, el dolor del arrepentimiento pesa toneladas.»
Yo me quedo con el de la disciplina 💪
Sergio Vadillo dice
Gracias por tus palabras amigo 🤍