Es un hecho que si pudiéramos educar el dolor para que no apareciera en ciertos momentos, seríamos capaces de aumentar nuestra capacidad física.
Pero… ¿sabes que hay otros aspectos que pueden ayudarte a ser un buen deportista? Es más, tenemos un factor clave diferenciador que puede ser muy importante.
¿Cuál es? Incluir al menos de 5 a 10 minutos diarios o cada dos días de trabajo focalizado en movilidad, estiramientos, prevención y / o readaptación de lesiones.
Estos aspectos pasan totalmente desapercibidos normalmente por falta de tiempo cuando la realidad es que ayudan en el corto (menos notorio), medio (algo más notorio) y largo plazo (mucho más notorio) a llegar a cumplir tus objetivos de entrenamiento.
Todo desde el equilibrio físico saludable.
El Foam Roller es tu aliado: ¿estás dispuesto a conocerlo?
Esta herramienta te permitirá trabajar todos estos aspectos.
¿Cómo? Mira.
El tejido fascial pierde elasticidad y se deshidrata a causa de las restricciones fasciales que se producen en respuesta a una lesión, enfermedad, inactividad o inflamación.
¿Y sabes qué pasa cuando esto se lleva a cabo? Que se crea una adhesión fibrosa entre la fascia muscular y las áreas traumatizadas.
Estas adherencias son capaces de provocar puntos gatillo y adaptaciones indeseadas que originan una mecánica muscular alterada:
- Pérdida del rango de movimiento articular (ROM)
- De la elasticidad muscular.
- Del tono.
- De fuerza, resistencia y coordinación motora.
Las técnicas de liberación miofascial están diseñadas para hacer frente a la afectación muscular a nivel regional y a utilizar la naturaleza intrínseca propia de la fascia muscular y devolverla a un estado más flexible y maleable.
Así que nos pueden ayudar a normalizar esta situación.
Los resultados de la miofascial
Los estudios han dado resultados más positivos que otras terapias fisioterapéuticas más convencionales como los ultrasonidos con masoterapia en la reducción de dolor.
Además mejora la capacidad funcional. Si comparamos, consigue un 72,4 % de mejora con liberación miofascial contra el 7,4 % de las terapias convencionales.
¡Es una locura!
Pero… ¿cómo ayuda esto a educar a tu dolor?
Después de toda la explicación científica… toca un poquito más para que todo cobre sentido.
Verás.
Los estímulos locales que se entienden como sensaciones a nivel local (el caso del dolor, la presión, el calor y el frío en lugares concretos del cuerpo) viajan a través de vías de información hacia el cerebro.
¿Has visto Érase una vez el cuerpo humano? Porque es así como me los imagino a veces.
Cada una de estas vías interfieren con otras de forma constructiva para que el cerebro controle el nivel de dolor percibido.
Y se basa en qué estímulo doloroso hay que ignorar para conseguir ganancias potenciales.
O sea, el cerebro elige qué estímulo es beneficioso ignorar con el tiempo.
Así que el cerebro controla la percepción del dolor casi de manera directa, y puede ser entrenado para desactivar formas de dolor que no son útiles (o sea, el dolor está en el cerebro).
Usar el Foam Roller consigue este efecto de manera aguda en cada sesión, pero prolongado en el tiempo.
Estos efectos sobre las sensaciones dolorosas quedan impregnadas en el cerebro y el dolor, como concepto general, queda inhibido permanentemente y aumentar el progreso individual.
¿Sinceramente? Yo creo que merece mucho la pena. Y si quieres que intentemos ponerlo en práctica, puedes agendar una asesoría conmigo y nos pondremos manos a la obra.
Recuerda.
La mejor manera de tomar una decisión así con la ayuda de un profesional. Reserva una sesión completamente gratis conmigo y cuéntame tu caso. Será un placer ayudarte.
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