Desde hace muchísimo tiempo ha existido un gran debate. Entrenar en ayunas, ¿sí o no?
Parecía que las aguas se habían calmado hasta que el año pasado apareció un nuevo estudio que afirmaba que entrenar en ayunas reducía el rendimiento en un entrenamiento de fuerza hasta un 15 % al entrenar al fallo (Narahudin et al. 2019, JSCR).
¿Te apetece que lo comentemos?
¿Cómo se ha realizado este estudio?
¿Sabes cuál es uno de los grandes problemas que se ven por internet? Que muchas personas citan estudios que les benefician sin siquiera pararse a mirar cómo se han realizado.
Para mí son un placer: me apasiona tanto este mundo que disfruto como un enano leyendo hoja tras hoja y sacando mis propias conclusiones.
Así que déjame contarte cómo se ha realizado este estudio.
Mira.
Antes de la intervención de este estudio, todos los sujetos consumían regularmente una comida previa al entrenamiento. Sin embargo, cuando comenzó el experimento uno de estos grupos tuvo que dejar de hacerlo y comenzar a entrenar en ayunas.
Este es el punto determinante.
El cuerpo humano es especialista en adaptarse a los cambios
Pero necesita tiempo.
Según mi punto de vista, los efectos de este estudio derivan del hecho del cambio.
Es muy probable que el rendimiento de estas personas mejorara si continuaran entrenando en ayunas. Aun así, es cierto que las adaptaciones a los cambios son siempre temas muy individuales y que hay algunas personas que se adaptan mejor y más rápido que otras.
¿Te animarías a hacer el experimento?
Si algo he aprendido en mi vida es que para saber si un experimento funciona o no lo hace con uno mismo, lo mejor es probarlo.
Así que te quiero animar a que tú también apuestes por este camino.
Mira.
Márcate un plazo de al menos 6 u 8 semanas. Toma un cuaderno —o una hoja de cálculo— y registra día a día tu progreso a lo largo del tiempo.
Si ves que tu rendimiento cae en comparación a cuando entrenabas con un desayuno, no desesperes y continúa durante el tiempo que te has marcado.
La clave está en ver si esta bajada se repone en algún momento e incluso comienzas a mejorar los resultados.
Si es así, toma una decisión. Sigue entrenando en ayunas si te parece lo mejor o vuelve a comer antes.
Después de todo, es lo que te recomienda el estudio.
Quiero señalarte un detalle de este estudio
Tienes que tener en cuenta que los hallazgos en este estudio son específicos en personas que están entrenando series moderadas al fallo.
Por tanto, no tiene por qué extrapolarse de la misma manera en entrenamientos con cargas pesadas y con menos repeticiones. Además, esta es la manera en la que debería de entrenar la mayor parte del tiempo una persona natural.
Antes de irme, quería hacer un comentario a título persona.
Según mi experiencia, con una planificación óptima y un buen reparto de macronutrientes, no debería de haber ningún problema entrenando en ayunas.
Yo lo he hecho en algunas ocasiones por comodidad o para que mi cuerpo aprenda a obtener energía de sustratos distintos en diferentes situaciones y siempre he cumplido al 100% mi entrenamiento.
Cuéntame tu opinión en los comentarios.
Deja una respuesta