Internet está lleno de artículos con consejos para perder grasa. Pero no un poco lleno, muy lleno.
Es brutal la cantidad de contenido que se ha creado para atajar el problema y la necesidad de perder peso.
Mi intención con este artículo no es meter más paja en el pajar.
Aquí no vas a encontrar un listado de recetas y trucos infalibles para perder grasa en 21 días sin esfuerzo mientras te comes una cheese burger.
Debes saber que no hay pastillas mágicas, tutoriales de Youtube, ni “tips” suficientes para que mejores tu capacidad de perder grasa.
Por la sencilla razón de que perder grasa es algo que depende única y exclusivamente de ti. (Si, has oído bien).
A ver, me he pasado un poco…
la fisiología también tiene algo que hacer…
ya que, las grasas de nuestro cuerpo no se pierden, sino que a través de la beta-oxidación se convierten en un intermediario metabólico (acetil-CoA).
Después, este intermediario se utiliza para obtener energía (lipolisis) si el contexto lo requiere claro. (No más tecnicismos, lo prometo).
Pero bueno, lo que te quiero decir es que depende en gran parte de ti.
Y, no del gurú que te ofrece un webinar gratuito, luego un masterclass de pago y un programa de 21 días para decirte que hay una píldora mágica.
No, de él no. De ti, sí.
Bien.
Dicho esto, yo tengo una solución muy efectiva para perder grasa.
Pero es una solución que requiere cumplir con ciertos hábitos (te hablo mucho de ellos en mi blog) muy concretos y mantenerlos en el tiempo.
Eso significa que, si no los cumples, no funciona.
Si te dijese “aplica este método infalible y perderás toda tu grasa acumulada de años de malos hábitos sin esfuerzo mientras te sientas en el sofá a comer donuts”, pues te estaría faltando el respeto.
Por cierto, vaya recuerdos me traen los donuts.
Me recuerdan a los recreos en el colegio y la gran lección de nutrición que, entre donut y donut, adquirí en esos ratitos.
Pero ese es otro tema del que te hablaré en otro momento. Primero la pérdida de grasa, y luego los donuts y sus lecciones.
(En la foto se muestran los efectos de los donuts, las lecciones, como te digo, para otro día)
Vamos al lío.
Las tres cosas que necesitas para perder grasa
Voy a intentar no enrollarme demasiado.
Para perder grasa te hacen falta solo 3 cosas:
1. Querer perder grasa
Va a ser completamente imposible que pierdas grasa si no te lo tomas en serio, y debes saber que para lograrlo hay que “aplicarse el cuento” un poco.
No mucho, pero sí un poco.
Perder grasa implica gastar menos calorías de las que consumes y para conseguir eso hay que tener un buen sistema que te permita hacer lo que debes hacer sin morir en el intento (más bien al contrario, disfrutando) y paciencia.
Tendrás que reducir tu ingesta de calorías y, por tanto, los chutes de dopamina que recibe tu cerebro cada vez que comes un donut (como yo hacía en el patio del cole).
Además, debes mirar a largo plazo. (Meses, años…)
A largo plazo perder grasa te hará muy feliz, sí, extraordinariamente feliz, porque te aportará muchísima seguridad y podrás sentirte como nunca cuando te quites la camiseta en la playa.
(Entre otras muchas cosas, aunque sé que esa te mola).
Pero a corto plazo implica esfuerzo y sacrificio (esto no si sabes cómo).
Ya sabes, primero tienes que querer perder grasa con mucha fuerza y generar déficit calórico y luego disfrutar de la playita. Nunca al revés.
Playita y perder grasa, no.
Perder grasa y playita, sí.
Sigamos.
2. Generar déficit calórico (en este audio te cuento cómo hacerlo)
La otra cosa que necesitas para perder grasa aprender a gastar más calorías de las que consumes.
No importan las apps de contar calorías y pasos que uses, las fórmulas matemáticas que hagas o los trucos con los macros que pongas en práctica en tu día a día.
Al final, casi todo (todo menos dos cosas, solo dos) se resume en que, si gastas 5 calorías, ingieres 4, pierdes 1. Punto.
Bien.
Cuando yo quiero perder grasa y me planteo una etapa de definición hago el siguiente razonamiento:
Si mi normo calórica (calorías con las que ni pierdes, ni ganas peso, te mantienes) es de 3500 calorías para generar déficit calórico tengo que restar un 10%.
Otra cuestión es cómo llegar a manejar esas calorías sin acumular ni una pizca de grasa y mejorando la composición corporal por el camino. (Esto es de pago).
A lo que íbamos, 3500 – 350 = 3150 calorías.
Si mi prioridad en la vida fuese alimentar mi ego, impresionar a mi vecina o competir con mis colegas de profesión por ver quién la tiene más larga, diría:
Si en lugar de quitar un 10% le quito un 20, voy a perder más grasa y además en menos tiempo… A por ello.
¿Pero sabes qué? Esto no funciona así.
En realidad, la fisiología es mucho más compleja.
Nuestro organismo tiene una serie de mecanismos de supervivencia que no lo permitirán (al contrario, ten cuidado).
3. Tener un sistema
La tercera cosa que necesitas para perder grasa es un sistema que te permita perder grasa.
Ojo con esto que es importante. Debes aprender a diferenciar los objetivos de los sistemas.
Un escritor que me encanta llamado Scott Adams, dice en su libro “Cómo fracasar en casi todo y aun así triunfar“ que fijarse metas es de perdedores; y que era mejor tener un sistema.
Repetimos: fijarse metas es de perdedores. Con un par. Lo leo y me emociono.
Te explico:
Un objetivo sería: “quiero adelgazar 30 kilos en 3 años” o “me sobran 7 kilos de grasa y los quiero perder en 1 año”.
Un sistema sería: “para adelgazar 30 kilos en 3 años necesito perder medio kilo cada mes” y para conseguirlo necesito hacer…
x,x,x,x cosas cada día de este mes”,
“comer x calorías con un reparto de macro nutrientes x cada día del mes 4”
o “ejecutar esta u otra estrategia el mes 5” …
Y así sucesivamente… Necesitas un plan, necesitas TU PLAN.
Si te paras a pensarlo, te darás cuenta de que la diferencia entre ambas visiones es brutal.
El objetivo es ambiguo y difícil de palpar, mientras que el sistema es fácil de seguir y cuantificable día a día.
Si te pones el objetivo, pero no pones en marcha un sistema para lograrlo, pues estarás haciendo el pardillo mucho tiempo (aunque posiblemente te quemes antes).
Esto último pasa con frecuencia, lo veo mucho, cada día.
Lo del sistema, es aquí (solo si hay plazas).
¡Un abrazo!
Sergio.
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