Cardio: Los 5 contextos donde si me gusta y los 6 donde no

A menudo, recibo muchas preguntas acerca del cardio.

No me gusta demasiado y soy consciente de que en ocasiones, he hablado mal de él (en el contexto de la pérdida de grasa).

Puede que haya dicho literalmente las palabras «odio el cardio», «no me gusta nada el cardio» o «el cardio no es necesario para perder grasa».

Cosas así que pueden ser mal interpretadas.

Así que estoy dispuesto a aceptar críticas.

Pero lo importante es que en el artículo de hoy voy a aclarar en que contextos concretamente me gusta el cardio, y además me parece una buena herramienta, y en cuales no.

6 contextos en los que no me gusta el cardio

Cuando digo que no me gusta el cardio, lo hago los siguientes contextos.

1 Cuando se cree firmemente que el cardio quema un montón de calorías

¿Por qué? Porque no es así.

El cardio quema algunas calorías (normalmente de 5 a 10 calorías por minuto).

Eso es mucho menos de lo que la mayoría de la gente cree, y mucho menos de lo que registran la mayoría de los relojes o pulseras inteligentes, aplicaciones, dispositivos y equipos de cardio de última generación en los gimnasios.

Así que la idea de usar cardio para quemar «una tonelada» de calorías es algo que no me gusta, porque no es realista.

Tendrías que hacer mucho (a menudo) y en formas de muy alta intensidad (a menudo) para que realmente tenga este importante efecto en la quema de calorías, y eso normalmente termina haciendo más mal que bien (lo veo mucho).

2 Cuando se cree que el cardio es necesario para perder grasa

¿Por qué? Porque no lo es. Lo único necesario para perder grasa es generar déficit calórico, y eso se puede lograr a través de la dieta.

El cardio es únicamente opcional. No me gusta que la gente piense que es necesario para este propósito. En este artículo te doy detalles de como generar ese gasto calórico (sin cardio).

En ningún caso el cardio juega un papel principal en la pérdida de grasa.

Puede ser definitivamente una herramienta secundaria útil, pero en comparación con otras, es un método muy sobrevalorado e ineficiente para crear constantemente un déficit.

3 Cuando se usa el cardio para compensar una mala alimentación

¿Por qué? Porque eso no funciona y es un error de primero de pardillo.

Normalmente cuando una persona decide que quiere perder grasa, comienza a hacer un montón de cardio de repente mientras se centra poco (o nada) en su alimentación.

Hay gente que se lía la manta a la cabeza y sí se centra en la alimentación, pero la mayoría de veces de manera incorrecta, dejando de comer (otro error gordo), pero eso lo dejo para otro artículo.

Volviendo al caso, esto se hace con la hipótesis de que el simple acto de «hacer cardio» se traducirá en pérdida de grasa, o con la creencia de que se quemarán suficientes calorías para anular cualquier mal hábito de alimentación que tenga.

Y no, eso no va a pasar. Es ridículamente fácil comer lo que quemas corriendo 8 km. Así que la conclusión es que tratar de usar el cardio para compensar una mala alimentación es otra cosa que no me gusta.

4 Cuando se abusa del cardio siendo el crecimiento muscular el objetivo principal

¿Por qué? Porque esto dificulta la recuperación y super compensación que necesitas.

Dificulta bastante el proceso e interfiere en el crecimiento.

Esto no quiere decir que no se pueda hacer cuando el desarrollo muscular es el objetivo principal. Puedes, pero con criterio.

Hacer esto mal afectará negativamente a tu progreso o incluso lo va a frenar por completo.

¿Para que hacer mucho cardio, o entrenar la resistencia mientras intentas ganar músculo? En este contexto tampoco me gusta.

5 La forma de realizarse, no me gusta en la mayoría de los casos (esto es personal)

La mayoría de la gente no tiene una técnica correcta para salir a correr de manera segura y eficiente.

Sin embargo, es una de las formas más comunes de hacer el cardio, incluso peor aún es subirse a una cinta de correr sin la técnica adecuada… Y, además es aburrido.

Como decía Rogelio Sosa “correr es de cobardes”.

¿Odio el cardio?

La respuesta es sí… en esos 5 escenarios específicos.

Pero, ¿qué pasa con otros contextos?

5 contextos en los que si me gusta el cardio

En los siguientes supuestos, el cardio siempre en mi equipo.

1 Cuando tu objetivo está orientado a la resistencia y mejorarla es tu prioridad

Me hace mucha gracia cuando en alguna de esas preguntas que te comentaba me dicen:

«Sergio sé que no te gusta el cardio, pero estoy entrenando para una media maratón ahora mismo y me preguntaba si está bien hacer x cosa». 

Por supuesto, sí. Si tu objetivo justifica que se haga cardio, debe hacerse.

2 Cuando se usa como una herramienta secundaria en la pérdida de grasa

Si estás aplicando en tu alimentación o tu dieta ese déficit calórico necesario, y luego estás dedicando una coherente cantidad de cardio como herramienta secundaria para ayudarte a mantener ese déficit y para ganar salud principalmente, en ese caso me encanta el cardio.

De hecho, si te gusta hacerlo, hace que el proceso de pérdida de grasa sea mejor o más fácil para ti de alguna manera, entonces debes hacerlo.

Planifícalo bien y periodiza si hace falta, pero hazlo. Es justo eso lo que recomiendo siempre.

3 Para mejorar tu salud general

Todas las formas de ejercicio (incluido el cardio) tienen beneficios para la salud física y mental. Hacerlo para ese propósito es un uso totalmente recomendado y me gusta.

4 Cuando no se hace de forma aburrida (esto es personal)

¿Máquinas de correr y elípticas? Lo siento, esto no es para mí.

Sin embargo hacerlo practicando cualquier deporte, me encanta.

¿Caminar rápido al aire libre? Me encanta, y yo mismo lo hago todos los días de la semana (de verdad).

Principalmente por el contexto número 3 de arriba, pero curiosamente también un poco por el número 5 de abajo…

5 Cuando lo disfrutas

Mientras no se haga de una manera que cause problemas (por ejemplo, hacer una cantidad excesiva o lesiva), debes hacer cosas que te guste hacer.

En todos estos contextos. Me atrevo a decirlo, me gusta el cardio.

Espero que este artículo te ayude a contextualizar este tema, no solo en los términos de mi propia opinión, sino también cuándo, por qué, cómo y si crees que deberías hacerlo o no, tú mismo.

También tengo una suscripción en la que doy varios buenos consejos que podrás sacar provecho si tu objetivo es perder grasa.

Próximamente será de pago, pero de momento no lo es, además tiene un audio de regalo, puedes suscribirte, escucharlo y leer gratis un tiempo pulsando aquí.