Decía Gregorio Marañón a propósito de los mitos en la nutrición que «no hay parte de la medicina más mudable ni asentada sobre cimientos más movedizos que la ciencia de la dietética. No pasa un año que no cambie algo fundamental».
Y tenía razón.
Sin embargo, a pesar de que ya lo avisó hace un siglo el doctor Gregorio Marañón, la ciencia de la nutrición sigue basando muchas de sus afirmaciones oficiales en manuales viejos y desactualizados.
Todos somos humanos y nos equivocamos —yo el primero—. Pero a veces en la ciencia hay una reticencia muy grande a reconocer el fallo propio.
¿Siguen reinando los mitos en la nutrición?
Déjame contarte algunos ejemplos
Seguro que todavía escuchas a personas jóvenes y adultas afirmar que las grasas son malas o que las saturadas no hay que mirarlas ni en pintura.
A día de hoy continúa habiendo muchas personas a las que les preguntas por una buena distribución de proteínas y se lían.
Si te digo la verdad, la mayoría de los clientes de mis asesorías están mal informados. Pero no porque ellos no se hayan esforzado, sino porque desde que somos niños nos explican todo mal.
Pero déjame hacerte una pregunta:
¿Es casualidad que desde que se generalizaron las pautas actuales de nutrición la obesidad se haya disparado?
La respuesta es que no.
Si quieres saber a qué me refiero, tan solo sigue leyendo.
¿Por qué ha aumentado la obesidad?
Como las instituciones públicas han señalado directamente a las carnes, huevos o grasas naturales, han aparecido muchísimos productos procesados diseñados para reemplazarlos.
- Light.
- Diet.
- 0,0 azúcar.
Y muchos más.
Te suenan, ¿verdad?
Sin embargo, el verdadero problema es que ni son naturales, ni son saludables.
La única realidad es que están generando un grave problema de sobrepeso en la sociedad, con todos los problemas de salud que estos generan.
Pero ¿cómo pueden informarse las personas y desmentir esos mitos en la nutrición?
Ese es el problema. En los cauces más accesibles, esta información no está disponible.
Te lo cuento de esta manera porque durante mucho tiempo yo también creí en todas estas mentiras.
Sin embargo, cuando empecé a formarme en el área de la nutrición comprendí que la mayoría de ellos eran mitos.
Pero ¿se le puede pedir al ciudadano que tenga que aprender de nutrición tanto como para entender la realidad?
La respuesta lógica sería que no. Sin embargo, parece que el mundo es muy diferente.
Duda de todo antes de tomar una decisión
Como te decía más arriba, el verdadero problema es que ya no sabes en quién confiar.
A día de hoy es posible encontrar estudios y programas que afirmen lo que quien paga quiere.
Y claro, así estamos con los problemas alimenticios.
Por ello cuando empiezo a trabajar con mis clientes en asesorías, siempre les doy acceso a un montón de información que actualizo día tras día.
Se trata de un sistema que diseñé para mí mismo hace años a prueba de bombas para desterrar mitos en la nutrición
¿Te gustaría conocerla? Te ayudará a entender qué supone cada alimento que tomes.
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