A lo mejor te has planteado alguna vez si los entrenamiento en mujeres deben ser diferentes de los de los hombres.
Y la verdad es que para poder darle una respuesta a esta pregunta, hay que indagar en las diferencias físicas que se han encontrado científicamente.
Sin ir muy lejos, podemos atender a dos puntos que son muy interesantes.
Las mujeres y los hombres tienen el mismo aumento de masa muscular en términos generales
Estamos en pleno siglo XXI, quien crea que una mujer no puede tener la misma masa muscular que los hombres necesita pasearse por unas cuantas investigaciones científicas.
Porque aunque es verdad que las mujeres responden al entrenamiento de fuerza con un menor desarrollo de hipertrofia absoluta que los hombres, las tasas relativas de crecimiento muscular en hombres y mujeres son prácticamente idénticas.
O sea, que en un mesociclo de 6 a 8 semanas, los hombres crecen un 8 % mientras que las mujeres lo hacen en torno al 7 % y no se considera una diferencia significativa.
Además, las mujeres tienen el 85 % de la masa corporal magra que los hombres en deportistas de élite.
Si a esto le añadimos que por naturaleza biológica, las mujeres tienen aproximadamente el 60 – 70 % de masa corporal magra que los hombres, podemos saber que las mujeres pueden ganar algo más de músculo que los hombres a largo plazo.
Sobre todo en deportistas de élite o muy alto nivel.
Tenemos una ganancia de fuerza parecida entre géneros, con tendencia a ser mayor en mujeres
Las tasas relativas de ganancias de fuerza son iguales entre los géneros aunque es más rápida entre mujeres con una variable entre un 15 y un 40 % por mesociclo de entrenamiento.
Esto es más notable durante los primeros meses de entrenamiento.
Porque las tasas relativas de aumento de la fuerza de la parte superior del cuerpo son más altas en mujeres que en hombres (y eso que las mujeres tienen la mitad de masa muscular en el torso que un hombre).
De media y en comparación con los hombres, las mujeres levantan aproximadamente el 67 % de peso en sentadillas, el 56 % en el press de banca y el 71 % en el peso muerto.
A medida que aumenta la competitividad sugiere que las mujeres realmente pueden continuar ganando fuerza a un ritmo relativo ligeramente más rápido en sus carreras deportivas o rendimiento a muy largo plazo.
Los triglicéridos intramusculares son más altos en mujeres
¿Y esto qué quiere decir?
Mira.
Los triglicéridos intramusculares son pequeñas reservas de energía que se encuentran en los músculos y se debe a los altos niveles de estrógenos.
Ellos favorecen la distribución típica de grasa en el género femenino.
En otras palabras, significa que en el entrenamiento de fuerza, parece que las mujeres podrían responder mejor a repeticiones moderadas, (ojo, esto no significa que no trabajen con alta carga).
Mayor resistencia a la fatiga
A lo mejor esto te lo podrías imaginar, todos conocemos lo mucho que pueden resistir las mujeres en el día a día. Y en el entrenamiento no iba a ser menos.
Para una mayor intensidad relativa de trabajo (% 1RM o xRM) las mujeres son menos explosivas pero tienen una mayor resistencia a la fatiga que los hombres.
Es decir, las mujeres pueden realizar un mismo número de repeticiones que los hombres, pero con un porcentaje mayor de su capacidad máxima de fuerza.
Mejor capacidad de recuperación
Sobre todo en ejercicios intensos. Así que son capaces de alcanzar el estímulo óptimo en menos tiempo y podrían entrenar más frecuentemente por necesitar menos descansos entre sesiones.
Es más, ante cargas supraóptimas que puedan darse en periodos con exceso de entrenamiento no funcional, las mujeres necesitan mayor descanso que los hombres entre sesiones que necesiten los mismos grupos musculares.
Sé que todo esto puede llegar a generar muchísimas dudas, así que te propongo algo. Apunta todas las que tienes y agenda una llamada conmigo para preguntarlas todas sin compromiso.
Para mí será un placer ayudarte a acercarte a conquistar todos tus objetivos.
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